viernes, 11 de mayo de 2012

TICs, nuevos entornos y el rol de la UNL


            Queramos o no, vivimos en un mundo más tecnológico que analógico, donde en la mayoría de las actividades que desarrollan los seres humanos intervienen, directa o indirectamente, los sistemas informáticos y las TICs: la bancarización, la industrialización, la comercialización por nombrar sólo algunos. Este contexto, tanto causa como consecuencia del proceso de globalización del que somos parte de un tiempo hacia acá, evoluciona a una velocidad sin precedentes, generando un nuevo entorno social. Para ser parte de este nuevo entorno y no enfrentar las consecuencias negativas de “quedarse afuera”, se hace necesario de alguna forma “evolucionar con él”, entender sus características, interiorizarse en las herramientas que provee y mantener una participación fluida en la o las comunidades que lo conforman.

            En este nuevo entorno la educación debe ejercer un papel activo, proporcionando los elementos necesarios para poder ser parte del mismo y no un mero espectador. Las TICs actuales cuentan con una serie de herramientas tecnológicas que abren las puertas a, prácticamente, un nuevo paradigma en la enseñanza: libre conocimiento distribuido en Internet y presentado de forma trasparente; herramientas de elaboración colaborativa de contenidos salteando barreras geográficas, económicas, y culturales; acceso a los diversos materiales desde cualquier parte y en cualquier momento; un ecosistema de aplicaciones y programas tanto pagos como gratuitos para casi cualquier actividad que queramos llevar a cabo, y la lista sigue.

Comunidad en el sentido tradicional            La existencia de este proceso de globalización que nos permite “saltear” las barreras antes mencionadas puede hacer creer que dejaríamos de tener sentido de comunidad, pero nada más alejado de la realidad: se crearon nuevos ambientes de sociabilización (redes sociales, foros, blogs, etc) donde la producción de contenidos, así como su regulación y mantenimiento los realizan los mismos involucrados, estableciéndose mayormente relaciones horizontales (entre pares) y con la ventaja de que un individuo puede ver el “fruto” de su participación en una comunidad casi al instante.

            Ante este panorama, se vislumbra un promisorio futuro para la educación a distancia ya que estas herramientas propician la creación de nuevas comunidades que generan sus propias reglas sin alejarse de su objetivo inicial, que es compartir la experiencia de cada uno. En el caso particular de la UNL Virtual, la disponibilidad de foros en el aula virtual posibilita un rico intercambio entre alumnos y docentes que, pese a las limitaciones y características de un entorno virtual como lo concebimos actualmente, puede facilitar una mayor participación al eliminar, por ejemplo, la vergüenza que mucha gente siente en el trato personal y en la interacción en el aula tradicional. En los espacios de trabajo proporcionados por la UNL Virtual, los participantes suelen ser educados,  colaborativos y solidarios con sus pares: se ayudan entre sí en las tareas asignadas, intercambian conocimientos, se brindan asistencia y motivación para superar los distintos obstáculos, etc. También suelen tener lugar charlas y debates tanto sobre aquello que es el objeto de estudio (por ejemplo, los videojuegos) como sobre cuestiones extracurriculares relacionadas con éste (juegos en desarrollo, ofertas laborales, etc).
            Como contrapartida, este “pase a la virtualidad” implica para mucha gente una etapa de iniciación. Aunque la mayor parte del público de una oferta académica virtual cuenta con las habilidades tecnológicas básicas, la educación formal siempre se nos presentó en su modalidad “clásica” (aula, alumnos, profesor, pizarrón) y la concebimos naturalmente de esa forma. En estas condiciones, se vislumbra la necesidad de los alumnos de adquirir las competencias necesarias para poder moverse con comodidad en este nuevo entorno y cursar sus estudios con fluidez, atenuando lo más posible la incomodidad que pueda agregar la capa tecnológica. En la (corta) experiencia de quienes realizan este análisis, algunos de los conocimientos necesarios son:
  • manejarse con fluidez con un navegador de Internet,
  • saber trabajar con textos, videos, presentaciones y documentación en general en su soporte digital (formatos comunes en este medio son doc, pdf, ppt, y avi) que constituyen la principal fuente de conocimientos teóricos proporcionados por el docente y
  • manejar la netiquette (una serie de pautas de buenos modales en la comunicación a través de los entornos informáticos).
Además, para tener éxito en esta modalidad son necesarios algunos soft skills como la paciencia para poder llevar los estudios de forma “asincrónica” (por ejemplo, al hacer consultas al tutor), responsabilidad con el estudio y las tareas, respeto con los tutores y compañeros. Y, por sobre todo, tener las ganas y el coraje de “embarcarse hacia la aventura”.

            En este sentido, la UNL Virtual prevé un primer acercamiento a través de una materia introductoria, “Estudios Universitarios y Tecnologías”, que cumple la doble función de introducir a los alumnos provenientes del secundario a la vida universitaria y presentar a los más experimentados en la modalidad presencial una idea general sobre la modalidad a distancia.

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